Esta diferencia se expresa en las palabras de Cristo, ‘Nacido de nuevo’: creado de nuevo en Cristo, muerto al mundo y vivo para Dios. Estos son los muros de separación que dividen lo celestial de lo terrenal y que describen la diferencia entre aquellos que pertenecen al mundo y los que son escogidos para salir de él, que son elegidos, preciosos a la vista de Dios” (Elena G. de White, Eventos de los últimos días, p. 219).
Antes de que comenzara la pandemia de COVID-19 era mi costumbre vacunarme cuando el médico así me lo indicara. Por lo regular, lo que yo recibía era la vacuna contra la influenza. El último año ha sido difícil debido a la pandemia. Felizmente se ha logrado crear vacunas que nos protejan de este virus. Doy gracias a Dios que he podido recibir esta vacuna.
Es preocupante saber que hay muchas personas que no ven esta vacuna como algo positivo y se niegan a recibirla. Lo que ocurre actualmente en Brasil es un ejemplo de esto. El presidente del país apoya el mito de que la persona que reciba la vacuna se convertirá en un caimán. Y la situación empeora porque algunas personas evangélicas que trabajan en la zona del Amazonas apoyan la idea de este mito. Como consecuencia los habitantes de esa región se resisten a ser vacunados. Según la última noticia que he recibido, en la actualidad se está sepultando a 185 personas por día en la ciudad de Manaus. Esto significa que el número de personas sepultadas es seis veces mayor de lo que era antes del comienzo de la pandemia.
Como adventistas sabemos que Satanás es un ser muy sagaz y que sabe muy bien cómo engañar a la gente. Una de sus estrategias es esparcir teorías conspirativas y poner dudas en la mente de las personas. Éste es el método que usó con éxito en el cielo y así logró que lo siguiera la tercera parte de los ángeles.
El enemigo continúa usando este método hoy aun entre los que se identifican como cristianos. Gracias a Dios que a pesar de la diversidad de teorías conspirativas que existen en el mundo la Iglesia Adventista se mantiene fiel a la enseñanza pro salud que está basada en la Palabra de Dios y el Espíritu de Profecía.
De mi parte sigo tomando todas las precauciones de salud necesarias para cuidar mi cuerpo porque es templo del Espíritu Santo. Quiero animar al lector de este artículo que por el bien de su familia y la comunidad, y como testimonio de su fe en Dios que cuide su salud lo mejor que pueda para así ser un hijo de la luz y no de las tinieblas.