Nueva Iglesia Maranata en Indianapolis

September 8, 2022

Indianápolis inaugura un templo nuevo

“El Señor usará a muchos hombres y mujeres con habilidades comunes. Al trabajar de manera humilde alcanzarán el corazón de la gente. . . . La cantidad de bien que estos portadores de luz en realidad logran no puede ser jamás comprendida en este mundo” (EUM Ms 34, 1902, pár. 8).

Hace muchos años fui a Bolivia como estudiante misionero. Estando allí serví como ayudante en la iglesia de Santa Ana, y me di cuenta que dicha iglesia necesitaba un salón para que los niños pudieran reunirse para la escuela sabática. Debido a la situación financiera de los hermanos en ese tiempo sabía que sería muy difícil reunir los fondos para la construcción. Las ofrendas que se recogían los sábados apenas alcanzaban para cubrir los gastos básicos. Comprendía también que la Misión Boliviana no tenía los fondos necesarios para ese proyecto. 

Así que consultamos con los miembros de iglesia y decidimos dedicar un tiempo al ayuno y la oración y pedirle a Dios que nos diera lo que tanto necesitábamos para esa construcción. Recuerdo específicamente un culto de oración en el cual pedimos la ayuda de Dios, y al concluir esa reunión sentí una fuerte impresión y certeza de que Dios nos había escuchado. A la mañana siguiente me levanté para ir a ver si había correspondencia para mí. (Aún no existía el internet ni el correo electrónico). Para mi alegría, encontré una carta de mi hermano desde los Estados Unidos, y la gran sorpresa fue que dentro del sobre venía una buena cantidad de dinero. En esa época la correspondencia que llegaba de los Estados Unidos demoraba unas dos semanas en llegar a la zona donde yo vivía en Bolivia. Me llamó mucho la atención el momento en que llegó el sobre. Comprendí que ya dos semanas antes de que hiciéramos el pedido en oración Dios ya conocía nuestra necesidad. 

No hay duda alguna que Dios contestó también las oraciones de los miembros de la Iglesia Maranata en la ciudad de Indianapolis. Hace ya muchos años visité en una ocasión a un grupo de hermanos que alquilaba un pequeño espacio de la Iglesia Eastside. Era un espacio muy limitado.  El grupo necesitaba su propio templo, pero el desafío era cómo adquirir uno. Cuando me informaron que habían comprado un terreno en la zona central de la ciudad me sorprendí mucho. Nunca había visto que una iglesia hispana construyera su templo en una ciudad tan grande como Indianapolis. Sin embargo, se logró gracias a mucho sacrificio y trabajo. 

Doy gracias a Dios que junto a Eddie Allen, vicepresidente de la Asociación Regional del Lago, pudimos ver realizado este sueño. El nuevo templo de Indianapolis fue inaugurado el 21 de mayo de este año. Los hermanos de la iglesia, junto con su pastor, Edgar Pastrán, celebraron ese día también con el bautismo de más de cuarenta personas. Se anticipa un buen futuro para la obra hispana en esta ciudad, y sé que Dios usará esta iglesia para ayudar a cumplir la comisión que el Señor nos ha encomendado. P 

 

Carmelo Mercado es el vicepresidente de la Unión del Lago